La felicidad es traicionera,
puesto que a veces viaja con tu recuerdo,
pero no siempre a tu lado.
Una máscara siempre lleva,
mejor parecía en tiempos pasados,
al presente casi nunca llega.
¿Es ella quien lleva máscara,
o somos nosotros quienes ya nunca la vemos?
Los que bajo cielos de tormenta
a un océano embravecido
para siempre la desterramos.
Quizás sea todo un carnaval,
o quizás sean estos tiempos,
los que a falta de sueños,
en el sentimiento caduco del pasado
nos hace cobijarnos.
Alza tu voz,
porque la felicidad son tus palabras.
Son tus canciones, tus bailes
y tus más honorables acciones.
La felicidad es traicionera, sí.
Pero, ¿acaso alguna vez has rechazado su compañía?