Todo se resume en aquella sensación: la repentina clarividencia de que hemos hecho oídos sordos a la cuestión. Nuestro protagonista se encontraba caminando por una ciudad cualquiera. Es indiferente en qué punto cardinal estaba, qué país era o qué idioma se hablaba en él. De hecho, ni siquiera sabemos el nombre del sujeto, ya queSigue leyendo «La gran pantalla»
Archivo del autor: Aitor Morgado
Metrópoli
Es otra de esas calurosas noches de verano, en las que parece que ni siquiera la oscuridad de la madrugada ofrece la más mínima brisa. Me encuentro fumando un cigarrillo en la terraza de mi casa, observando la ciudad desde las alturas mientras el humo asciende lentamente al cielo y distorsiona el luminoso espectáculo queSigue leyendo «Metrópoli»
Vuelo
Volamos. Y qué alto llegamos. Mucho más alto que el rascacielos más imponente, más allá de la montaña más majestuosa. Nuestras alas proyectaban sombras fugaces a aquellos que se atrevían a mirarnos. Nos señalaban con el dedo, pero no nos deteníamos a mirarlos. Creímos que nuestro vuelo sería eterno, que nuestras alas resistirían tormentas deSigue leyendo «Vuelo»
Nuevo blog: Buscando a Atlas
Hola lectoras y lectores, Una vez más, gracias por estar ahí y visitar mi blog, no puedo estar más agradecido de que os paséis a leerme. Disfruto mucho escribiendo para mi blog, espero que vosotros también paséis un buen rato al leerme y os inspire en cualquier sentido. Hoy quiero anunciar algo por lo queSigue leyendo «Nuevo blog: Buscando a Atlas»
Titán
Nunca me avisaste. Nunca me hablaste de ello. Entiendo que quisieras protegerme o quizás ni tú llegaste a entenderlo jamás, quizás esperabas que mi caso fuera diferente. Han pasado los años y me encuentro caminando solo. Vislumbro un camino y varias bifurcaciones a través del bosque pero sus destinos no son claros. De vez enSigue leyendo «Titán»
La montaña
Imagina la montaña más alta que puedas. Imagina los picos nevados, con la blanca nieve reflejando la luz del sol, sumidos en un silencio que solo el viento helado es capaz de romper. Imagina la ladera de la gran montaña, cubriendo cientos de metros desde el cielo hasta la tierra, a lo largo y loSigue leyendo «La montaña»
Redención
El sabor de la sangre en la boca fue lo primero que sentí al recuperar la consciencia, seguido de una intensa luz de un foco que me cegaba sin descanso. No tuve tiempo de percatarme de dónde estaba cuando una intensa voz penetró hasta mi cerebro. —Sujeto 1, responde. ¿Sería yo ese sujeto? ¿Me hablabaSigue leyendo «Redención»