Eras la única luz de todo el lugar, de todos y cada uno de los días en los que recorría aquel misterioso sitio. Caminabas dentro de aquella celda que mi mano no podía atravesar. La luz de tu cuerpo emanaba una claridad que jamás había visto, pero tú permanecías de pie mirándome, observándome, penetrándome conSigue leyendo «La celda de luz»
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La sombra
Otra noche más caminando en la nieve. Otra noche más buscando. Aparecía siempre en aquella época del año. La sombra, la voz, la razón. Nunca me llegué a preguntar del todo quién era, o qué era. Esa pregunta perdía todo sentido una vez escuchaba sus palabras. No me importaba de qué boca salieran o quéSigue leyendo «La sombra»
Bailes de fuego
Siluetas bailando alrededor de la hoguera. Chispas del fuego desvaneciéndose en el cielo nocturno. Aún recuerdo aquellas maravillosas noches de verano en las que no tenía cabida nuestra vida cotidiana. Una vez ascendíamos la ladera de la montaña, el aire fresco y la infinidad de estrellas del firmamento eclipsaban todo nuestro ser social. La naturalezaSigue leyendo «Bailes de fuego»
Retroceder
Los veía cada día. Grupos interminables de personas andando por el camino con paso firme, pero sin demasiada prisa. Avanzando por el camino asfaltado con la cabeza cabizbaja y los sentidos apagados. Nunca pude ver cuál era su destino pero aquellos individuos me suscitaban curiosidad y envidia, a pesar de sus infelices caras. Mientras yoSigue leyendo «Retroceder»
La escalera
El edificio parecía más pequeño por fuera. Nada más abrir la puerta, no encontré otra cosa que una gran escalera ascendiendo hasta un techo al que la vista no llegaba. Subí las escaleras sin pausa. Cada peldaño que tomaba se traducía en una meta de mi vida. Algo me decía que podía detenerme en unoSigue leyendo «La escalera»
Conocimiento
Viento y niebla que apenas otorgaba visión a varios pasos. Por fin llegó a la puerta de madera, que tantéo con los ojos cerrados por el frío aire que entraba en ellos. Al abrir la puerta encontró al ermitaño, quien estaba leyendo un gran y viejo tomo lleno de polvo. –¡Oh! ¡Un visitante! –dijo conSigue leyendo «Conocimiento»
Lluvia
Cuatro paredes y lluvia interminable. El agua recorría los cristales de las ventanas como si fueran pequeñas cascadas, desapareciendo debajo de la repisa con un goteo constante y un ruido delicioso. La primera vez que entraste por aquella puerta no me había imaginado que esta habitación sería el único lugar en el que iba aSigue leyendo «Lluvia»