–¡Nashia! ¡Ven, pequeña! La niña dejó de jugar en el charco para acercase a la hoguera. Se irguió y fue corriendo hacia su abuelo. Éste le miró con simpatía y felicidad apreciando la inocencia y felicidad de la infancia. –¡Ya estoy aquí, abuelo! –¿Qué hacías, pequeña? –Pues… Estaba jugando en el charco. ¡Se ven lasSigue leyendo «Luna»
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Un falso techo
El motor del coche rugía con furia conforme se adentraba en las montañas. El desdichado hombre escapaba, huía, volaba. Sus lágrimas pasaban desapercibidas en el agua de lluvia que se introducía por la ventanilla rota. Anduvo entre caminos serpenteantes y escaleras que la luna apenas dejaba entrever. Encontró su solitaria casa y abrió la puertaSigue leyendo «Un falso techo»
Fuego de estrella
El arma aún desprendía calor. Su mecanismo aún seguía latiendo. Los dedos del soldado de guantes negros la agarraban con fuerza, como si aún existiese algún peligro. Pero él sabía que no era así, había librado de alimañas aquel oscuro lugar y su sonrisa era testigo de ello. Convencido del éxito de su misión, aflojó la mano ySigue leyendo «Fuego de estrella»
Selección natural
El blanco pelaje de la hembra ondeaba al son del viento de otoño. A su lado, el macho y su pelaje negro se ocultaban perfectamente en las sombras de la noche. El invierno estaba cada vez más próximo y ambos lobos recorrían la colina con presteza. Sus majestuosos y fornidos cuerpos dedicados a la supervivenciaSigue leyendo «Selección natural»
Emperador
–Preso número 65. Entrando –se oyó por el pasillo. –Entra el preso 65. Abra la puerta –le dijo el acompañante al guardia de la puerta. El guardia apoyó un dedo en el sensor y la doble puerta se abrió hacia ambos lados imitando a un iris. Éste se apartó y la luz se introdujo dentroSigue leyendo «Emperador»
Destino
El viajero encontró un lugar donde pasar la noche. Las ruinas de un antiguo edificio servirían de cobijo hasta que amaneciese. Apenas quedaban columnas en pie dentro de ellas pero las paredes derruidas ayudarían a mantener el calor y encender una hoguera. Sacó un par de trozos de carne fresca comprada en un cruce delSigue leyendo «Destino»
Vértigo
Diario de Kiyomi. Año 2595, día 451 a bordo Adoro saltar al vacío del espacio. No hay razón para tener miedo. El cable de seguridad me mantiene atada al casco de la nave y el traje tiene combustible suficiente para cualquier imprevisto. Hacía tiempo que no realizaba ninguna salida en gravedad cero y realmente loSigue leyendo «Vértigo»