Solo un hogar al que volver,
un fuego que avivar,
un ídolo al que rezar
y unos ojos que adorar.
Fría noche de invierno,
estrellas que se apagan,
un sol que no da calor
y unos ojos que amar.
Una mirada
que atraviesa continentes,
y derriba
montañas de historia,
que otorga luz
en la oscuridad,
y brinda la vida
donde antes
solo había muerte.
Tus ojos serán mis estrellas,
la única luz que necesito
a partir de esta noche
y todos los días.