Improvisado cobijo,
hogareño calor.
Jugosa comida,
caprichosa bebida.
Ancestrales canciones,
historias interminables.
La noche se detiene,
descansan las espadas,
cesa el camino,
hasta el amanecer siguiente.
Tambores,
la guerra se acerca.
Campanas,
las puertas se cierran.
Trueno,
el trueno se acerca.
La taberna no se inmuta,
siguen los cánticos,
continúan los cuentos,
el hidromiel no acaba.
La entrada se ha cerrado,
de ella el mundo se ha olvidado.